sábado, 17 de noviembre de 2012

Partida de defunción

A la mayoría de vosotros la historia os resulta aburrida. Fechas, datos y narraciones de acontecimientos históricos hacen bostezar a más de uno (servidor en ocasiones incluido) pero de vez en cuando aparece algún documento que hace resonar el eco de las carcajadas en las salas de consulta vacías de los archivos de este país. 
 
 
 
 
 

Os transcribo una partida de defunción. El hecho ocurrió en el municipio de La Matanza, Buenos Aires (Argentina) en 1881 y dice así:
 “El infrascripto, Eusebio Rodríguez, alcalde, certifico que don Manuel Chico, que muerto lo tengo de cuerpo presente, tapao con un poncho, al parecer reyuno, le sorprendió la muerte al salir del baile de don Rufino “El Catalán”, de la quebrada de doña Pepa. Lugar muy conocido y de pública voz y fama en el pago.
Interrogao el cadáver por tercera vez y no habiendo el infrascripto obtenido respuesta categórica alguna resuelve darle sepultura en el campo de los desaparecidos conforme cuadra su circunstancia física de que certifico.
Nota: hago constar de que el finao era muy amante de la bebida y muy dado a las galanterías amorosas, por cuya circunstancia tenía una cicatriz en la quijada izquierda producida por un cucharón de grasa caliente que le arrojó al rostro de la cara la hija de la parda Nicolasa, no se sabe por qué zafaduría.
Vale.”
 
Por lo que hagamos hoy así seremos recordados mañana.

Saludos. 

1 comentario:

José Añez Sánchez dijo...

Lo de preguntarle al muerto varias veces es una costumbre medieval. En el Principado de Andorra, aún se viene haciendo.
Se ve que son de los que también les cuesta cambiar la Constitución.
José Añez