Después de la guerra contra los moriscos y de su posterior expulsión, en la Alpujarra se produce un vacío poblacional que es solventado por la llegada de una serie de individuos y familias a los que se les denominó repobladores. A partir de 1574 a cada repoblador se le dio una casa y tierras de distintas calidades que en aquellos tiempos se denominó “suerte”.
En aquella época carretas de bueyes procedentes de todos los rincones de España y más allá pululaban por los caminos alpujarreños, cargados de sueños y esperanza.
Entre los pueblos empezó un mercadeo de suertes, los nuevos concejos ofrecían mejores condiciones para que la gente se estableciera en ellos, a mayor población más riqueza se genera e importancia adquiría el lugar. Os puedo contar el caso de la familia Arredondo que llegaron de repobladores a Berja y acabaron estableciéndose en Zújar (Granada) al ofrecerles seguramente el concejo de aquel lugar condiciones más ventajosas.
Imaginaos nuestra Alpujarra, a la que llegan familias italianas, castellanas, navarras, aragonesas, andaluzas, extremeñas, catalanas… ¡Qué mezcla de culturas y qué riqueza de conocimientos, ya que cada uno aportó el saber y tradiciones de su tierra! Por esto y más nuestra Alpujarra es única, llevamos en nuestro ADN un trocito de cada región española.
Hace diez años os puse en este blog la lista de repobladores de Benínar:
Bartolomé Márquez, natural de Almonaster.
Diego de Vitoria, natural de Navarra.
Andrés Martín, natural de Almagro.
Juan Rodríguez, natural de Otero.
Juan López, de Baza.
Alonso de Coholado, de Orán.
Antón Sardo, de Cerdeña.
Alonso Merino, de Écija.
Martín Rodríguez, de Otero.
Pedro de Hoces, de Sevilla. Juan de Baza que vino en lugar del valenciano Ginés Gambau.
Estos son los 10 repobladores que se asentaron en nuestro pueblo según nuestro libro de apeo y repoblación, algunos apellidos se han perdido, otros han perdurado como Vitoria, Martín, Rodríguez.
Portada del libro de apeo y repoblación
Con los años los pueblos se fueron recuperando del abandono sufrido, las casas se reconstruyeron y las tierras volvieron a dar sus frutos.
La mayoría de los repobladores eran matrimonios con niños pequeños, que al ir creciendo el amor fue surgiendo entre aquellos jóvenes.
A comienzos del siglo XVII la iglesia de Benínar dependía de la parroquia de Turón, tiempo después se agregaría a la de Darrícal dada su proximidad. En 1612 la Diócesis de Granada envió un cura permanente a Turón y una o dos veces por semana bajaba a Benínar a decir misa. Nuestra iglesia no era el edificio que conocimos, no se le parecía lo más mínimo, una vetusta puerta daba acceso a una habitación con paredes de adobe y techos de launa, no había donde sentarse y el altar era una pequeña mesa de madera. Lo suficiente para la población que había.
Iglesia de Benínar
En ese año Juan Pérez, hijo de Andrés Pérez e Isabel Ortiz casa con Francisca Simón, hija de Alonso Simón y de Francisca Martín. Es el primer matrimonio cristiano celebrado en Benínar y muchos benineros los tenemos como antepasado común.
Las bodas en aquella época no eran como las de ahora, sin embargo sí que serían muy parecidas a las que recordamos en Benínar. En el libro “Vivencias en la Alpujarra y su entorno” de Eugenia Doucet viene muy bien descrito, recomiendo su lectura.
Si habéis leído con atención lo relatado, los apellidos que aparecen son Pérez, Ortiz, Simón y Martín, sólo este último aparece en la lista de repobladores. Esto es porque la lista no es real, algunos no les gustó aquello y se fueron, a otros les encantó y se establecieron después de haberla confeccionado.
Ya sabemos otro trocito de nuestra historia, en un futuro no muy lejano os contaré más.
1 comentario:
Te pareces a tu padre en no poder eliminar de su cabeza todo lo relacionado con Benínar. El bolígrafo de tu padre eliminó o puso en duda los milagros en el pueblo.
Que de temas se pueden ampliar de tu escrito.
¿De que vivían como primer recurso?. ¿las moreras?. ¿Las plantas para sacar cenizas para la limpieza?. ¿Del plomo?. ...
Cada siglo en Benínar aparecía un recurso principal que nosotros terminamos con el parral.
Eres el único de "los benineros" que sigues buscando e investigando de todos aquellos temas que estan relacionados con tus antepasados.
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