Siguiendo los pasos de Juan Calvache, comerciante de Guadix,
llegué a Fiñana donde en 1570 vendió una esclava morisca… No es el comienzo de
una novela histórica, el hecho ocurrió en realidad y para conocer la historia hay que visitar
los lugares donde sucedieron.
Fiñana es uno de esos pueblos que rezuman historia por los
cuatro costados y que el paso de los años los ha hecho venir a menos. Desde la
década de los 60 hasta ahora ha perdido la mitad de sus habitantes.
Para ver el pasado glorioso de los pueblos hay que visitar
sus monumentos, son el espejo de la opulencia o la pobreza.
Fiñana cuenta con una magnífica iglesia, restos de una
alcazaba musulmana y una de las pocas mezquitas almohades que existen en
España.
Iglesia Nuestra Señora de la Anunciación
Antigua mezquita almohade
Fuente pública
Calle del pueblo
Alcazaba
Panorámica
Ayuntamiento
Flora "autóctona" del lugar
Vídeo de Fiñana desde sus miradores
Saludos.
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